Como parte de nuestra agenda de noviembre, entre el domingo 15 y el martes 17 de noviembre de 2020, los directivos de Fundación Raíz Ecuador visitaron la comunidad Painkenape, situada a orillas del río Napo en la Amazonía peruana. En ella habitan ocho familias de la nacionalidad indígena Siekopai (Secoya). El objetivo de la visita fue reparar el sistema de agua entubada y analizar la situación actual y las necesidades de esta comunidad.
La historia de Raíz y los Siekopai
Manuel Pallares, presidente de Fundación Raíz Ecuador, cuenta un poco sobre la historia de Painkenape. “Esta comunidad forma parte del territorio ancestral de los Secoyas (Siekopai). Para ellos, Paikenape es muy importante ya que facilita el paso entre Ecuador y Perú. A partir de 1905 empezaron las disputas entre ambos países y luego la guerra del Cenepa de 1941, las comunidades Secoyas de ambos lados de la frontera quedaron aisladas. Esta es una forma de recuperar la conectividad de los Secoyas de los dos países”, comenta Manuel.
Asimismo, Manuel indica que esto facilita el acceso de los Secoyas del Perú a los servicios médicos del Hospital Binacional Franklin Tello, de Nuevo Rocafuerte, poblado ecuatoriano ubicado a escasos 10 minutos de Paikenape.
El laboratorio de este hospital fue repotenciado en el mismo viaje. Esto se logró gracias a la gestión de Fundación Raíz y al financiamiento del fideicomiso Por Todos. Para conocer más, haga clic aquí. “Entregamos los mejores equipos de fabricación alemana para el laboratorio de este hospital. Los habitantes de esta zona de la Amazonía podrán hacerse los mismos análisis médicos que en un hospital en Quito, Guayaquil o Nueva York”.
Reparación del sistema de agua
Se realizó la reparación del sistema de agua entubada que utilizan las ocho familias de Paikenape. Según Pallares “este pozo es un elemento esencial en la comunidad. Tenemos ocho familias que dependen de este pozo”.
Al hablar del funcionamiento del pozo, Pallares señala que “este sistema no requiere baterías. La energía pasa directamente de los paneles a la bomba de agua. Es automatizado porque cuando se seca el pozo se apaga la bomba y lo mismo ocurre cuando el tanque se llena de agua. De esa manera, todas las familias tienen agua de manera casi permanente y sin necesidad de mantenimiento del sistema”, manifiesta Pallares.
El sistema se encontraba averiado ya que la bomba no funcionaba, por lo que se procedió a su reemplazo. De esta forma, el sistema de agua entubada quedó nuevamente operativo para beneficio de la comunidad.
Reacciones de la comunidad
El presidente de Painkenape, Abraham Waokapi Paiaguaje, manifestó su satisfacción sobre la reparación del sistema de agua entubada de su comunidad. “El agua es nuestra necesidad más importante porque cuando se dañó el pozo la gente tomaba agua del río Napo y ahí es cuando comenzaron los problemas de enfermedades del estómago. Lo que ha hecho Fundación Raíz para arreglar el pozo es muy bueno porque ahora ya tenemos agua entubada limpia y estamos muy contentos”.
Enfermedades gastrointestinales por agua contaminada
La mayoría de enfermedades en los países en vías de desarrollo se relaciona a problemas gastrointestinales. El problema de las poblaciones a lo largo del río Napo es que recogen el agua del afluente, que está contaminado por productos químicos que la industria petrolera desecha en el río, así como por parásitos y bacterias, debido a las descargas de aguas negras de ciudades grandes como por ejemplo El Coca y otros poblados más pequeños.
“Este pozo mantiene a la gente sana. Es lo más importante que hay aquí en la comunidad de Painkenape”, señala Pallares.
Trabajo de Raíz en Paikenape
El trabajo que Fundación Raíz realiza en Painkenape forma parte de una visión integral y holística para recuperar el territorio ancestral Siekopai, que ha sido históricamente afectado por los conflictos armados entre Ecuador y Perú. Painkenape fue fundada en 2017, gracias a la gestión de Fundación Raíz. Todo el trabajo que se realiza en esta zona forma parte de un importante proyecto de Raíz: Territorio Secoya.
Según Manuel Pallares, el trabajo ha sido muy intenso a lo largo de los últimos años. “Les hemos entregado motosierras, combustible y materiales para que construyan sus casas, los techos, el sistema de agua, la radio y la escuela que ya tiene 3 años. Ahí se educan 11 niños con el sistema de educación de Perú, a pesar que el financiamiento proviene de Raíz, que es de Ecuador”.
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